Periodismo impreso vs periodismo digital
¿Cuándo fue la última vez que compraste un
periódico? ¿Hoy has consultado noticias en línea?
Si la respuesta a la primera pregunta es “no”, y a
la segunda es “sí”, ¿cómo es que en este 2018 ambas plataformas pueden coexistir?
Aunque puede haber varias respuestas, quiero
enfocarme en una de ellas: Lo hacen porque la información -¡gracias dios de las
relaciones públicas!- todavía vende.
El reto ahora es evolucionar en
la manera en que se informa, para complacer a públicos de varias generaciones
que buscan lo mismo: estar informadas del
acontecer nacional e internacional.
Apenas hace unos días me encontré una nueva
tendencia de lo que es la evolución inteligente en la manera de informar:
las columnas de opinión interactivas, las cuales, por
cierto, se suman a las videonotas, sí, esas
pequeñas piezas informativas de 30 segundos a dos minutos de duración -tan de
moda hoy en día en las redes sociales-.
El ejemplo lo tomo del New York Times, medio paradigma de la evolución
digital, que abre la puerta a una nueva manera en que los líderes de opinión se
podrán expresar.
Allison Arieff (@aarieff),
columnista especializada en diseño y arquitectura, utilizó un formato
interactivo para decirnos que los autos autónomos no van a salvar a las ciudades
(dar click aquí).
Como se puede observar, se tiene que dar
click a cada lámina para que se desplacen textos
cortos, los cuales son soportados con ilustraciones cuidadosamente
diseñadas para dar más realce e incluso complementar la
opinión de la autora.
Así, con un texto breve, pero no por
eso bien sustentado, Arieff concluye que
necesitamos vialidades para transportar personas, no carros.
¿Se dan cuenta ante que nos encontramos? ¡Es la
evolución para que los artículos de opinión se
puedan resolver en pocas palabras y con una inteligente convivencia de
imágenes, GIFs e incluso video!
(Ojo. No para hacerlos anodinos, sino para que estos sigan impactando en las
nuevas generaciones cuya capacidad de atención se reduce cada vez más frente a un texto
largo).
La lección que nos ofrece el NYT, es que todavía hay esperanza no sólo para que
los millenials, sino para que la generación Z, se puedan seguir interesando en el noble oficio
del columnista, cuyos ojos críticos tanto necesitamos hoy
como sin duda seguiremos necesitando mañana.
¡Bienvenidas estas
nuevas herramientas en el periodismo digital, que demuestra ser mejor que el
periodismo impreso; al menos, para las nuevas generaciones!
(Por cierto, esta colaboración se puede checar
también en appster.com. Dar click aquí).
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